En la
Audiencia General del miércoles 14 de mayo, con tantísimos fieles y peregrinos del
mundo, pero también con muchísimo viento en la Plaza de san Pedro, el obispo de
Roma, se refirió a la Fortaleza en su Catequesis sobre los dones del Espíritu.
Muchos
hombres y mujeres dan testimonio de fe aún a costa de la vida, gracias al don
de Fortaleza que infunde el Espíritu, que también nos sostiene y fortalece en
las fatigas y pruebas diarias, para que nos dejemos llevar por el desaliento y
busquemos la santidad en nuestra vida ordinaria, expresó el Papa Francisco.
El
Vicario de Cristo dijo que tanto en uno como en otro caso “es necesario que al
don de fortaleza se le una la humildad del corazón”. Y exhortó a pedir a la
Virgen que el Espíritu Santo “nos conceda el don de fortaleza, para que sepamos
seguir siempre a Jesús con alegría y perseverancia”.
Queridos hermanos y hermanas:
En nuestra vida frecuentemente experimentamos nuestra fragilidad,
nuestros límites y clausuras. Con el don de fortaleza, el Espíritu Santo nos
ayuda a superar nuestra debilidad, para que seamos capaces de responder al amor
del Señor. Hay momentos en que este don se manifiesta de modo extraordinario,
como ocurre en el caso de tantos hermanos nuestros que no han dudado en
entregar su vida por fidelidad al Señor y a su Evangelio. También hoy sigue
habiendo muchos cristianos que, en distintas partes del mundo, dan testimonio
de su fe, con convicción y serenidad, aun a costa de sus vidas. Esto sólo es
posible por la acción del Espíritu Santo que infunde fortaleza y confianza. Sin
embargo, no debemos pensar que este don es sólo para las circunstancias
extraordinarias; también en nuestra vida de cada día el Espíritu Santo nos hace
sentir la cercanía del Señor, nos sostiene y fortalece en las fatigas y pruebas
de la vida, para que no nos dejemos llevar de la tentación del desaliento, y
busquemos la santidad en nuestra vida ordinaria. Pero para que todo esto sea
realidad, es necesario que al don de fortaleza se le una la humildad del
corazón.
Al finalizar la lectura en la Audiencia General, Francisco aprovechó a
saludar a los fieles presentes, entre los que destacamos los venezolanos: “Saludo
con afecto a los peregrinos de lengua española, en particular a los grupos
venidos de España, México, Ecuador, Venezuela, Chile, Argentina y otros países
latinoamericanos. Pidamos a la Virgen María que, por su intercesión, el
Espíritu Santo nos conceda el don de fortaleza, para que sepamos seguir siempre
a Jesús con alegría y perseverancia. Muchas gracias y que Dios los bendiga”
También quise compartirles el día de hoy, la primera reflexión del Papa
sobre los dones del Espíritu Santo, hecha en la Audiencia General del miércoles
30 de abril.
Queridos hermanos y
hermanas:
En esta catequesis hablo del don de entendimiento.
No se trata de una cualidad intelectual natural, sino de una gracia que el
Espíritu Santo infunde en nosotros y que nos hace capaces de escrutar el
pensamiento de Dios y su plan de salvación. San Pablo dice que, por medio del
Espíritu Santo, Dios nos revela lo que ha preparado para los que le aman. ¿Qué
significa esto? No es que uno tenga pleno conocimiento de Dios, pero sí que el
Espíritu nos va introduciendo en su intimidad, haciéndonos partícipes del
designio de amor con el que teje nuestra historia. En perfecta unión con la
virtud de la fe, el entendimiento nos permite comprender cada vez más las
palabras y acciones del Señor y percibir todas las cosas como un don de su amor
para nuestra salvación. Como Jesús a los discípulos de Emaús, el Espíritu
Santo, con este don, abre nuestros ojos, incapaces por sí solos de reconocerlo,
dando de este modo una nueva luz de esperanza a nuestra existencia.
Envío también algunos saludos: saludo a los peregrinos de lengua
española, en particular a los grupos venidos de España, Honduras, México,
Uruguay, Argentina y otros países latinoamericanos. Invito a todos a dejar al
Espíritu Santo rasgar el velo de oscuridad que ciega nuestra mente y nuestro
corazón, para hacer de nosotros verdaderos creyentes, capaces de gustar cuanto
el Señor nos revela en su Palabra y de alegrarnos con su designio de amor en
nuestras vidas. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide.
En la misa del
martes 13 de mayo día de la Virgen de Fátima, Francisco dijo:
"Algunas
veces, el Espíritu Santo nos impulsa a hacer cosas fuertes: como cuando empujó
a Felipe a ir a bautizar o cuando empujó a Pedro para que bautizara a Cornelio”. "Otras veces, el Espíritu Santo nos
conduce con suavidad, y la virtud está en dejarse llevar por Espíritu Santo, no
resistir al Espíritu Santo, ser dóciles al Espíritu Santo. Y el Espíritu Santo
obra hoy en la Iglesia, actúa hoy en nuestras vidas. Alguno de ustedes podrá
decirme: '¡Yo nunca le he visto!'. 'Pero, presten atención a lo qué sucede, a
lo que les pasa por su mente, lo que sienten en su corazón. ¿Cosas buenas? Es
el Espíritu, el que les invita a ir en esa dirección. ¡Eso requiere docilidad!
La docilidad al Espíritu Santo".
“¡La fe es un
don de Dios! Pero la fe viene si tú estás en su pueblo, si tú ahora estás en la
Iglesia, si tú te dejas ayudar por los sacramentos, por los hermanos, por la
asamblea, si tú crees que esta Iglesia es el Pueblo de Dios”.
Fuente: www.news.va
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Dios les bendiga.
Excelente. Mantente firme y siempre escribiendo y contribuyendo con nuestra iglesia catolica.
ResponderBorrarSaludos.
Manuel (@jethrorojo)
Me encantó. Gracias Espíritu Santo que habitas en nosotros...
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